jueves, noviembre 30, 2006

Recomiendan a embarazadas no utilizar Paxil

El comité de práctica obstétrica del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomendó acaba de emitir una recomendación en el sentido de que de ser posible las mujeres embarazadas no utilicen el medicamento antidepresivo Paxil (paroxetina). Existen estudios que demuestran que este medicamento puede aumentar el riesgo de problemas cardiacos en el bebé por nacer cuando se ingiere durante el primer trimestre del embarazo.

Esta misma organización también recomendó que la decisión de utilizar los antidepresivos conocidos como inhibidores de la recaptación de serotonina, entre los cuales se encuentra no sólo Paxil sino Prozac (fluoxetine), Zoloft (sertraline) y Lexapro (escitalopram) se tome caso a caso. En un estudio reciente se encontró que estos antidepresivos pueden causar un aumento de seis veces en las probabilidades de que el bebé nazca con una rara pero sumamente seria condición conocida como hipertensión pulmonar cuando se utilizan pasadas unas 20 semanas del embarazo.

Las embarazadas que utilizan estos medicamentos deberían consultar prontamente con su obstetra y su proveedor de salud mental para otras opciones para el tratamiento de la depresión.

Las recomendaciones Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos se encuentran en el número correspondiente a diciembre de 2006 de la revista médica Obstetrics & Gynecology.

Referencia
Committee Opinion No. 354: Treatment With Selective Serotonin Reuptake Inhibitors During Pregnancy
Obstetrics & Gynecology, 2006 108: 1601-1604

lunes, noviembre 27, 2006

El estrés, el síndrome de “burnout” y la diabetes

En 1986 dos investigadoras llamadas Christina Maslach y Susan E Jackson, describieron lo que se conoce como el síndrome de burnout, síndrome de desgaste profesional o síndrome de estar quemado. Esta es una condición que afecta a profesionales que están sometidos a un gran nivel de estrés en sus labores. Las personas que sufren de burnout pueden presentar cansancio crónico, trastornos del sueño, problemas de adicción al alcohol, tabaco o drogas recetadas o no recetadas, hostilidad, irritabilidad, falta de afectividad, problemas gástricos y otros males.

Un nuevo estudio llevado a cabo en Israel añade a esta lista un aumento en las probabilidades de desarrollar diabetes. En dicho estudio los investigadores observaron a 677 trabajadores entre 1998 y 2003. La edad promedio de estos era de 43 años y cerca del 77 porciento eran hombres.
Se encontró que los que durante ese periodo padecieron del síndrome de burnout o desgaste profesional tuvieron una probabilidad 1.84 veces mayor de desarrollar diabetes tipo 2 que los que no padecieron de esta condición.

Aunque el estudio no provee evidencia definitiva de que el estrés aumenta el riesgo de padecer diabetes no es menos cierto que sugiere que existe una relación que no debemos ignorar. Según los investigadores el estudio sugiere que el burnout puede aumentar el riesgo de diabetes en una proporción similar al sobrepeso, fumar o la falta de ejercicio. Cuando el estrés laboral alcanza niveles intolerables se pueden presentar síntomas de burnout que afectan los aspectos físicos, emocionales y cognitivos de las personas. Esta es una condición que contrario al cansancio normal no desaparece tras un periodo de descanso. Samuel Melamed, quien fuera el autor principal del ya mencionado estudio entiende que es posible que algunas personas no puedan manejar bien el estrés y sus recursos para evitar los daños causados por éste se hayan agotado a causa, no solamente del estrés en el trabajo, sino de otras situaciones de la vida cotidiana.

Se sabe que el estrés puede afectar negativamente la capacidad del organismo para manejar la glucosa. Esto es especialmente así en algunas personas que son genéticamente vulnerables. Según los autores, este estudio confirma la necesidad de intervenir para reducir el nivel de estrés antes de que se convierta en un estado de burnout o desgaste profesional.

jueves, noviembre 16, 2006

Los antioxidantes y el tratamiento de cáncer

Desde hace varios años han surgido dudas acerca del uso de antioxidantes en personas que están siendo sometidas a tratamientos de radioterapia y quimioterapia para el cáncer. Algunos investigadores piensan que ingerir suplementos de antioxidantes como las vitaminas E y C puede interferir con el tratamiento, reduciendo su efectividad. Esta preocupación no carece de base ya que la radioterapia y la quimioterapia funcionan, al menos en parte elevando el nivel de oxidación y radicales libres, lo cual tiene el efecto de destruir las células cancerosas. Los antioxidantes tienen el efecto de reducir el nivel de oxidación y la cantidad de radicales libres generados en nuestro organismo.

No obstante, en un nuevo estudio llevado a cabo con pacientes de cáncer de próstata que recibían tratamiento de radioterapia se encontró evidencia de que, según los autores del mismo, el uso de antioxidantes no interfiere con dicho tratamiento. El estudio fue presentado en la Tercera Conferencia Internacional de la Sociedad de Oncología Integrativa celebrada en Boston durante el pasado fin de semana. Este estudio fue llevado a cabo por investigadores de los Cancer Treatment Centers of America, ésta es una red de hospitales especializados en el tratamiento de pacientes que padecen de cáncer en estado avanzado que combina tratamientos médicos convencionales con terapias complementarias tales como nutrición y naturopatía.

En este estudio se revisaron los niveles de PSA (Prostate Specific Antigen por sus siglas en inglés) en pacientes de cáncer de próstata luego de haber sido sometidos a tratamiento de radioterapia. El PSA es una proteína que se encuentra a niveles elevados en quienes padecen de cáncer de próstata. Se encontró que no había diferencia significativa en los niveles de PSA entre un grupo de estos pacientes que consumió antioxidantes tales como vitamina E, extracto de té verde, vitamina C, melatonina y multivitaminas de alta potencia y otro grupo que no los consumió.

Aunque este estudio luce interesante y promisorio, el autor de este blog no cree que sea definitivo. Primeramente, se limita a un solo tipo de cáncer. Aún cuando resultara correcto que los antioxidantes no interfieren con el tratamiento de radioterapia o quimioterapia en pacientes de cáncer de próstata esto no necesariamente significa que no suceda lo contrario en otros tipos de cáncer. Por otra parte, habría que ver si la un estudio basado en los niveles de PSA puede considerarse como evidencia lo suficientemente sólida para ser considerado prueba contundente.

jueves, noviembre 09, 2006

El azúcar aumenta riesgo de padecer cáncer de páncreas

El cáncer de páncreas es una forma de cáncer poco común pero extremadamente mortal. Es difícil de tratar y por lo general cuando se descubre ya es muy tarde para salvar la vida de la víctima. Por esta razón la prevención es extremadamente importante.

En un estudio llevado a cabo entre 1997 y 2005 en el que participaron cerca de 78,000 hombres y mujeres, investigadores del Instituto Karolinska en Suecia encontraron que un elevado consumo de azúcar y alimentos azucarados aumenta considerablemente el riesgo de padecer este tipo de cáncer.

La causa parece ser estar ligada al incremento en la producción de insulina causada por el azúcar. Señalan los investigadores que el consumo frecuente de azúcar y alimentos azucarados hace que aumente el nivel de azúcar en la sangre lo cual hace que aumente la demanda de insulina y se reduzca la sensitividad de los tejidos a la acción de ésta. El páncreas, localizado entre el estómago y la espina dorsal, es la glándula encargada de la producción y secreción de insulina.

Algunos ejemplos del aumento en la incidencia de cáncer de páncreas causado por el azúcar son:
El consumo diario de dos o más bebidas gaseosas o azucaradas aumenta en un 90 por ciento las probabilidades de desarrollar cáncer de páncreas.

Las personas que, al menos cinco veces al día, añaden azúcar a lo que comen o beben (como por ejemplo, al café, el té o los cereales) aumentan en un 70 por ciento las probabilidades de desarrollar cáncer de páncreas.

Relacionado con esto, es importante recordar que muchos productos en los que el azúcar no aparece como un ingrediente en la etiqueta, pueden sin embargo, contener una gran cantidad de azúcar bajo varios nombres, entre ellos: sirope de maíz alto en fructosa y maltosa (más información sobre esto aquí).

Aunque no se conocen exactamente las causas del cáncer de páncreas sí se sabe que hay varios factores que aumentan las probabilidades de padecerlo. En adición al elevado consumo de azúcar, acerca del cual existían sospechas, aunque al parecer, antes de este estudio no existía evidencia que lo vincularan directamente con el desarrollo de esta enfermedad, otros factores que contribuyen a un elevado riesgo de cáncer de páncreas son:
  • La edad - la mayoría de los casos de cáncer de páncreas ocurren en personas de más de 60 años de edad.
  • Fumar- los fumadores tienen un riesgo dos o tres veces mayor que los no fumadores.
  • Diabetes - las personas diabéticas también tienen un mayor riesgo.
  • El ser varón - el cáncer de páncreas ocurre con más frecuencia en los hombres que en las mujeres.
  • Ser de ascendencia afroamericana - su probabilidad de desarrollar cáncer de páncreas es mayor que la de los hispanos, los asiáticos y la de los caucásicos.
  • Historial familiar - las personas que cuyo padre, madre o un hermano o hermana ha padecido de cáncer de páncreas tienen un riesgo tres veces mayor de desarrollar también la enfermedad. Un historial familiar de cáncer de ovarios o de colon también aumenta el riesgo.
  • Pancreatitis crónica - existe evidencia que esta condición aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas.
  • Una dieta alta en grasas y la exposición a ciertas sustancias químicas en el lugar de trabajo también pueden aumentar el riesgo, según sugieren algunos estudios.
Un factor que pudiera ayudar a reducir el riesgo es un consumo adecuado de vitamina D. En un estudio reciente llevado a cabo por investigadores de la Universidad Northwestern en Chicago, de la Universidad de Harvard y del Dana-Farber Cancer Institute en Boston, se encontró que consumir al menos 400 unidades internacionales de vitamina D al día reduce el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas en un 43 por ciento.

Referencias

Susanna C Larsson, Leif Bergkvist and Alicja Wolk. Consumption of sugar and sugar-sweetened foods and the risk of pancreatic cancer in a prospective study. American Journal of Clinical Nutrition, Vol. 84, No. 5, 1171-1176, November 2006.

Halcyon G. Skinner1, Dominique S. Michaud, Edward Giovannucci, Walter C. Willett, Graham A. Colditz and Charles S. Fuchs. Vitamin D Intake and the Risk for Pancreatic Cancer in Two Cohort Studies. Cancer Epidemiology Biomarkers & Prevention Vol. 15, 1688-1695, September 2006.

martes, noviembre 07, 2006

El estrés nos ayuda y también nos mata (continuación)

En la entrada anterior hablaba acerca de lo que es el estrés y acerca de las pioneras investigaciones de Hans Selye acerca de los daños causados por un estado prolongado de estrés. Veamos ahora otros hallazgos modernos acerca de los daños causados por el estrés, algunos factores que pueden agravar sus efectos y algunas características personales de quienes resisten exitosamente los embates del estrés. En nuestro website saludparati.com. tenemos información adicional acerca del estrés incluyendo una sencilla prueba dirigida a evaluar los niveles de estrés a los que hemos estado sometidos durante el último año y algunas técnicas dirigidas a controlar el estrés y evitar los daños que nos puede causar.

El mecanismo del estrés está diseñado para responder efectivamente a peligros o emergencias súbitas que requieran una acción rápida y no se prolonguen demasiado. Cuando la amenaza que nos hizo activar el mecanismo del estrés cesa nuestro cuerpo envía señales hormonales que desactivan este y nuestro cuerpo regresa a la normalidad. El problema es que en nuestra moderna sociedad el mecanismo del estrés se activa no tanto a causa de peligros momentáneos sino a causa de estados emocionales prolongados (como, por ejemplo, una situación de infelicidad matrimonial) o que se repiten a diario (como, por ejemplo, el tapón para ir y para regresar del trabajo). Bajo dichas circunstancias las hormonas secretadas pueden comenzar a causar grandes daños a nuestro organismo. Entre estos daños se incluyen: fatiga, destrucción de los músculos, diabetes, hipertensión, úlceras, enanismo, impotencia, pérdida de deseo sexual, interrupción de la menstruación, aumento en la susceptibilidad a enfermedades, y daños a las células nerviosas.

Cuando los niveles de cortisol se mantienen elevados durante tiempo prolongado se produce un desgaste de los músculos, elevados nivels de glucosa en la sangre, y se suprimen las respuestas inflamatorias del sistema inmunológico, las células del hipocampo comienzan a dañarse, las células blancas de la sangre se desactivan, haciendo a la persona más susceptible de contraer enfermedades. También aumenta el apetito haciendo que las personas aumenten de peso. Es común que las personas con estrés crónico coman en demasía por las noches. También puede producirse hipertiroidismo. Se ha estimado que el estrés crónico puede fácilmente acortar la vida de una persona en quince o veinte años.

Las investigaciones recientes demuestran que existen varios factores que pueden agravar el estrés e incluso convertir una situación aparentemente inocua en una que amenaza con afectar negativamente nuestra salud. Los más importantes de éstos son:
  • Imposibilidad de anticipar o predecir - Se da cuando sabemos que una situación o evento estresante habrá de ocurrir pero no tenemos forma de saber cuando ni como.
  • Falta de control - Es lo que tenemos cuando no podemos hacer nada para modificar o escapar de una situación. Es un estado sin esperanza.
  • Falta de medios para descargar la frustración - En nuestra moderna sociedad se nos pide que disimulemos las frustraciones y no demos rienda suelta a nuestros impulsos y emociones. Esto puede tener el efecto de permitir la acumulación de diversas hormonas y otras sustancias que pueden resultar nocivas al organismo. La falta de medios adecuados para descargar la frustración y aliviar el estrés hace que muchas personas utilicen con este fin las bebidas alcohólicas, las drogas o el comer excesivamente con los resultados que todos conocemos.
Por otra parte, se ha descubierto que existen ciertas características personales que influyen sobre la manera en que el estrés nos afecta. Los psicólogos Suzanne Kobasa y Salvatore Maddi llevaron a cabo un estudio con 200 ejecutivos y ejecutivas de empresa que recientemente habían estado sometidos a altos niveles de estrés. Una buena parte de ellos había caido víctima de enfermedades relacionadas con el estrés. Sin embargo, otros aparentemente no habían sufrido ningún efecto adverso. Lo que descubrieron Kobasa y Maddi fue que aquellas personas que permanecieron saludables tenían una forma de ver y de manejar los eventos estresantes muy distinta a la de aquellas que enfermaron. Las personas que permanecieron saludables se distinguian por una actitud relajada ante los problemas, en particular estas personas:
  • Le dan la bienvenida a los cambios, sean positivos o negativos. Los perciben como una parte inevitable de la vida y como una oportunidad de crecimiento, no como una amenaza a su seguridad.
  • No ven los reveses y los desastres como “el fin del mundo” o como algo que no tiene remedio.
  • Tienen confianza en su capacidad para resolver los problemas que surjan o controlar el impacto de los mismos.
  • Poseen una amplia red de apoyo. Están profundamente involucrados con familia, compañeros de trabajo o amistades.
  • Poseen un fuerte sentido de compromiso, dedicación y dirección en sus vidas.
  • Creen en el valor y la importancia de la labor que llevan a cabo y se perciben a si mismos(as) como personas valiosas.
Aprenda algunas técnicas para controlar el estrés aquí. Mida sus niveles de estrés durante el último año aquí.

lunes, noviembre 06, 2006

El estrés nos ayuda y también nos mata

Cuantas veces lo hemos sentido. El corazón nos late rápidamente, una extraña sensación de “mariposeo” en el estómago”, la respiración acelerada, la boca reseca. Estas y otras manifestaciones de nuestro cuerpo nos indican, sin duda alguna, que estamos pasando por una situación de estrés. Para muchas personas en nuestra sociedad contemporánea esta parece ser una situación cotidiana y pareciera como si se hubiesen acostumbrado a vivir así. Otras no padecen de unas manifestaciones tan dramáticas, al menos no diariamente, pero día a día sienten un cierto nivel de ansiedad, temor o preocupación cuya causa muchas veces no pueden determinar. Estas personas también están bajo la influencia del estrés y aunque no se den cuenta poco a poco su salud física y emocional se va deteriorando.

Muchas veces hemos escuchado el término estrés y damos por sentado que puede afectar nuestra felicidad al igual que nuestra satisfacción con la vida y con lo que hacemos. Algunos están conscientes, además, de que el estrés de alguna forma puede afectar nuestro corazón o causarnos problemas gastrointestinales. Sin embargo, pocos están conscientes de que el estrés es responsable de mucho más. El estrés está relacionado con numerosas enfermedades, en algunos casos como el causante principal y en otros, como factor contribuyente, entre ellas: hipertensión, arteriosclerosis, cáncer, artritis reumatoidea, problemas gastrointestinales, problemas cardiacos, depresión, problemas de la memoria, desórdenes de la piel y asma. El estrés es también sumamente dañino para las personas que padecen de diabetes. De hecho, se ha estimado que entre el 60 y el 90 porciento de las visitas a los médicos tienen que ver con problemas en los que el estrés está de una u otra forma involucrado. Más aún, se sabe que un estado prolongado de estrés puede, incluso, acelerar el proceso de envejecimiento. ¿Cómo es esto posible? Para comenzar a entender esto veamos primeramente algo de lo que sabemos acerca del estrés y sus efectos tanto benéficos como perjudiciales. Si, dijimos benéficos, porque aunque usted no lo crea, el estrés es una reacción normal de nuestro organismo y es necesario para la vida y hasta para sentirnos felices. Los problemas con el estrés surgen cuando éste se dispara cuando no es necesario y cuando permanece activado por tiempo prolongado.

Pero no nos adelantemos. Veamos primeramente qué es el estrés .

¿Qué es el estrés?
Pensemos en un automóvil al cual le imponemos subir rápidamente una empinada cuesta. Para lograr esto, el motor y otras partes de éste deberán trabajan con mayor intensidad. Durante este tiempo el gasto de gasolina del vehículo es mayor que en condiciones normales. Pero más aún, si este vehículo tuviera que subir cuestas similares continuamente y esta situación se prolongara durante días, semanas y meses pronto veríamos que la vida útil del mismo se reduciría notablemente. El motor, la transmisión y otras piezas vitales se desgastarían aceleradamente. Pues bien, al igual que en el caso del vehículo que hemos descrito cuando nos enfrentamos a un peligro inminente nuestro cuerpo tiene que hacer un esfuerzo superior a lo normal para luchar o escapar. El mecanismo del estrés es el encargado de proveer la preparación y la energía adicional que se necesita en esos momentos. Por medio de este mecanismo nuestra fuerza y agilidad aumentan, reaccionamos más rápidamente y nuestra atención se concentra totalmente en el problema. Si esto ocurre de cuando en vez; no sobrepasa ciertos límites y no se prolonga demasiado tiempo, podemos volver a la normalidad sin problemas mayores. Sin embargo, cuando el estrés es continuo o sobrepasa ciertos límites tiene efectos altamente nocivos.
Aunque ya el fisiólogo norteamericano Walter Cannon había descrito El moderno concepto de estrés fue formulado durante la década de 1930 por Hans Selye, un médico endocrinólogo de origen austriaco que desarrolló su carrera en Canadá.

Selye estaba llevando a cabo un estudio con ratas a las cuales les inyectó un extracto de ovarios que recientemente había sido aislado por un bioquímico que trabajaba en la misma universidad que Selye. Selye quería saber los efectos de esta sustancia. Tras varios meses Selye descubrió que las ratas tenía úlceras pépticas, las glándulas adrenales agrandadas y un encogimiento del timo, una glándula involucrada en la respuesta del sistema inmunológico. Selye pensó que había descubierto los efectos de el extracto de ovarios. Sin embargó al repetir su estudio y comparar un grupo de ratas a las cuales se les había inyectado meramente una solución salina con otro al que se le había inyectado el ya mencionado extracto se dio cuenta que ambos grupos presentaban las mismas úlceras pépticas al igual que los daños en las glándulas adrenales y el sistema inmunológico. Selye se dio cuenta de que el extracto de ovarios no podía ser la razón de lo que le sucedía a las ratas. Lo que él no había tenido en cuenta pero después resultó ser la clave del misterio era que Selye no era diestro manejando las ratas. En el proceso de inyectarlas muchas veces se le caían o escapaban y tenía que pasar buen rato persiguiéndolas. A veces no lograba inyectarlas de la primera vez. Selye pensó que tal vez los daños presentados por las ratas se debían a lo poco placenteras que resultaban ser las condiciones a las que las estaba sometiendo. Para probar esta idea sometió un grupo de ratas a condiciones de frío intenso otras a fuerte calor, a otras las obligó a llevar a cabo ejercicios y a otras las sometió a procedimientos quirúrgicos. Al final observó que todas desarrollaron los mismos daños que las primeras ratas. Selye razonó que lo que le sucedía a las ratas era causado por cualquier situación desagradable no importa su origen o naturaleza. A este conjunto de respuestas, que hoy conocemos como la respuesta de estrés, Selye lo llamó el síndrome de adaptación general y lo dividió en tres etapas cada una de las cuales consiste en una serie de reacciones fisiológicas. A la primera la llamó la etapa de alarma.

La etapa de alarma se produce cuando el estresor es detectado. Supongamos que nos topamos con alguien que quiere agredirnos con un cuchillo. Nuestro cuerpo responde activando una región del cerebro llamada el hipotálamo. El hipotálamo lleva a cabo dos acciones simultáneas. Por un lado estimula al sistema nervioso simpático (la parte del sistema nervioso que controla los procesos automáticos de nuestro cuerpo como el ritmo cardíaco, la respiración y la digestión) el cual envía señales a la parte central de las glándulas adrenales, localizadas sobre los riñones para que produzcan las hormonas epinefrina y norepinefrina (también conocidas como adrenalina y noradrenalina). La segunda acción del hipotálamo consiste en la liberación de una sustancia llamada hormona liberadora de la corticotropina. Esta sustancia viaja hacia la glándula pituitaria localizada debajo del hipotálamo y la estimula para que produzca la hormona adrenocorticotrópica (ACTH). Esta hormona, a su vez, viaja a través de la sangre y al llegar a las glándulas adrenales estimula la corteza de éstas para que produzcan una hormona llamada cortisol,. El efecto de todo esto es el de mobilizar el organismo para lidiar con el estresor. El mensaje del hipotálamo a través sistema nervioso simpático por viajar a través de impulsos nerviosos es el primero que llega a las glándulas adrenales de modo que la epinefrina y la norepinefrina son las hormonas que dan comienzo a la reacción de estrés. La adrenalina hace que el corazón lata más rápidamente, aumenta la presión arterial, estrecha los pequeños vasos sanguíneos de la piel y el sistema digestivo a la vez que dilata los de los músculo de las piernas, hace que el hígado libere glucosa aumentando así el nivel de esta en la sangre, dilata las pupilas, nos hace reaccionar más ráidamente, aumenta el ritmo de la respiración y contrae ciertos músculos y relaja otros. La noradrenalina por su parte aumenta la fuerza de las contracciones del corazón y tiene un efecto vasopresor (contrae los vasos sanguíneos). Trabaja conjuntamente con la epinefrina para liberar energía de las grasas, preparar los múculos y acelerar el corazón. El cortisol, por su parte tiene efectos antiinflamatorios, ayuda al cuerpo a obtener energía de las grasas y los carbohidratos. El propósito de todo esto es prepararnos para la acción. En esta etapa inicial prácticamente todo el cuerpo responde al estado de emergencia. Se produce un aumento del ritmo cardiaco, la presión arterial y el ritmo de la respiración. Además se movilizan las reservas de energías del cuerpo, se inhibe el proceso de digestión de los alimentos y el metabolismo, se desactivan los mecanismos que regulan el crecimiento y buena parte del sistema inmunológico. Esto es útil a corto plazo ya que permite utilizar los recursos bioquímicos del cuerpo para enfrentar la amenaza. La persona está en un estado de preparación máxima. Muchas veces, en esta etapa se logra superar la emergencia, por ejemplo si la persona logra evitar una amenaza corriendo.

Si la amenaza permanece un tiempo adicional se entra en la segunda etapa. En esta en lugar de el cuerpo responder como un todo se producen una serie de respuestas locales. Los niveles de cortisol, epinefrina y norepinefrina se reducen hasta quedar solamente un poco sobre lo normal. Durante esta etapa la capacidad de enfrentar el peligro es alta y puede permanecer así durante un tiempo considerable. Si las respuestas de la segunda etapa son insuficientes para eliminar el estresor, se produce eventualmente la tercera etapa, que es la de agotamiento. En esta etapa los niveles de las hormonas de estrés vuelven a subir y el cuerpo nuevamente se moviliza como un todo. Si durante esta última etapa el estresor no es eliminado rápidamente, la persona sufre una serie de daños fisiológicos y psicológicos que pueden incluso llevar a la muerte. Según Selye esto sucede porque las hormonas segregadas durante la respuesta de estrés se agotan.

Sin embargo, según investigaciones recientes lo que sucede no es en realidad que las hormonas o las glándulas que las producen se agoten. Esto ocurre en muy pocas ocasiones. Lo que sucede más bien es que llega el momento en que la respuesta de estrés resulta ser tanto o más dañina que el mismo estresor.

Continuaremos

domingo, noviembre 05, 2006

Alimentos para el cerebro: la dieta y los neurotransmisores

¿Sabía usted que el cerebro humano utiliza ciertas sustancia conocidas como precursores para a partir de las mismas manufacturar neurotransmisores, las sustancias con las cuales las células nerviosas se comunican entre sí? Las neuronas o células nerviosas modifican la estructura de estas sustancias precursoras en una serie de reacciones en la que están involucradas diversas enzimas. Cuando la dieta es deficiente en alguna de estas sustancias el cerebro no puede producir cantidades suficientes del neurotransmisor o los neurotransmisores de los cuales esta sustancia es precursora. Cuando el balance de neurotransmisores en el cerebro se altera debido a la falta de uno o más de estos, pueden producirse diversos problemas o enfermedades neurológicas y mentales.

Algunas de las sustancias precursoras y los neurotransmisores de las cuales son precursoras son:

Ácido aspártico - el cerebro lo utiliza para producir aspartato - Se encuentra en buenas cantidades en los cacahuates, los huevos, las patatas, los granos y los germinados de semillas.

Colina - utilizada para producir acetilcolina, un neurotransmisor vital en la transmisión de impulsos nerviosos a los músculos. Se encuentra abundantemente en las habichuelas soya, el hígado y los huevos.

Ácido glutámico - utilizado en la producción de glutamato un neurotransmisor que se cree está involucrado en funciones cognitivas tales como la memoria y el aprendizaje. Se encuentra en las harinas y las patatas.

Fenilalanina - utilizada para manufacturar dopamina un neurotransmisor con numerosas funciones entre ellas algunas relacionadas con el control de los movimientos y los estados de vigilia. Se encuentra en buenas cantidades en la carne, los huevos, la remolacha, las habichuelas soya, los granos y las almendras.

Triptófano - El cerebro lo utiliza para producir serotonina un neurotransmisor que juega un papel importante en la regulación de los estados anímicos, el sueño y el apetito, entre otras funciones. El triptófano se encuentra en el banano, la leche integra y descremada, el yogur, el queso, los huevos y la carne.

Tirosina - se utiliza en la producción de noradrenalina, también conocida como norepinefrina, un neurotransmisor involucrado en las funciones relacionadas con la atención. Se encuentra en las carnes, el pescado, la leche, las almendras, el aguacate, el banano y las habas.

viernes, noviembre 03, 2006

Sustancias químicas de uso común pueden afectar cerebro bebés por nacer

Una serie de sustancias químicas que se encuentran en numerosos productos de uso hogareño podrían afectar negativamente el desarrollo del cerebro fetal. Un grupo de estas sustancias se conocen como compuestos perfluorados (PFCs por sus siglas en inglés) y se utilizan en la manufactura de revestimientos antiadherentes tales como el teflón utilizado en sartenes y otros utensilios de cocinar. También se utilizan en revestimientos resistentes a manchas y el agua, en empaques de alimentos, en alfombras y ropa. También se utilizan en algunos cosméticos y productos para la limpieza del hogar.

Otro grupo de estas sustancias responde al descomunal nombre de éteres de polibromodifenilos (PBDEs, por sus siglas en inglés). Estos compuestos se utilizan con el propósito de retardar el fuego y así reducir la posibilidad de incendios en colchones y otros muebles bolsas de palomitas de maíz, la cubierta externa de las computadoras, televisores y otro equipo electrónico. Una de las características de ambos tipos de compuestos es que permanecen largo tiempo en el ambiente y se acumulan tanto en los animales como en los seres humanos. En estudios con animales se ha encontrado que algunos PBDEs interfieren con el funcionamiento de la glándula tiroides que es la encargada de controlar el metabolismo y regular funciones tales como la temperatura corporal, la presión sanguínea y los niveles de energía. Se sabe que la tiroides juega un papel clave en el desarrollo del cerebro fetal y que cuando su función se afecta durante el temprano embarazo pueden producirse daños neurológicos en el bebé. En estudios con ratas y ratones se ha encontrado también que la exposición a este tipo de sustancia se asocia con el desarrollo de problemas de aprendizaje, memoria y control motor.

En estudios con animales de laboratorio expuestos a elevados niveles de ciertos PFCs se han observado efectos tales como reducción en el crecimiento al igual que efectos nocivos sobre la tiroides, hígado y riñones.

Según los resultados de un estudio que fuera comisionado por la organización Greenpeace-Países Bajos y la organización mundial de conservación WWF que fueron dados a la publicidad en 2005, los bebés aún en el vientre materno se ven expuestos a niveles potencialmente peligrosos de sustancias químicas entre los cuales se encuentran los ya mencionados PFCs, así como almizcles artificiales que se emplean para intensificar el aroma de los perfumes.

Actualmente Glenys Webster, candidata doctoral en la Universidad de la Columbia Británica en Canadá, lleva a cabo una investigación acerca de los efectos de los PBDEs y los PFCs. Para este estudio se reclutarán 150 mujeres embarazadas a las cuales se les harán preguntas relacionadas con su contacto con productos que contienen estas sustancias. También se medirán los niveles de estas sustancias en las viviendas de estas mujeres; a mediados del embarazo se tomarán muestras de sangre y además se tomará una muestra de sangre del cordón umbilical en el momento de dar a luz.

A pesar de lo sugestivo de los estudios llevados a cabo con animales, lo cierto es que se cuenta con muy pocos datos acerca de los efectos de estas sustancias en los seres humanos. Se espera que este estudio arroje luz sobre la influencia de estas sustancias sobre la glándula tiroides durante el embarazo y acerca de las principales fuentes de exposición a las mismas. También se espera que ayude a encontrar medios para reducir la dicha exposición.

miércoles, noviembre 01, 2006

El curry protege el cerebro de personas de edad avanzada

El curry, el condimento más utilizado en India, ha demostrado poseer importantes propiedades que lo hacen beneficioso a la salud. Una de estas propiedades se relaciona con la protección del cerebro y la preservación de nuestras habilidades mentales. El curry es un polvo amarillo compuesto de varias especias y hierbas secas, entre ellas, canela, jengibre, cilantro y cúrcuma.. De la raíz de esta última, también conocida como turmero y cuyo nombre científico es Cúrcuma longa, se obtiene un pigmento amarillo llamado curcumin que es el que le da el color al curry y que posee excelentes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.

En estudios con ratas se ha encontrado que el curcumin puede ayudar a reducir la incidencia de la enfermedad de Alzheimer.

En un nuevo estudio, llevado a cabo por varios investigadores dirigidos por Tze-Pin Ng de la Universidad Nacional de Singapur se encontró que las personas de edad avanzada que consumen curry poseen una mente más aguda y una capacidad cognitiva superior cuando se compara con personas que en raras ocasiones o nunca lo utilizan.

En este estudio participaron 1010 personas asiáticas entre los 60 y los 93 años de edad. Un grupo de estas personas consumían curry al menos ocasionalmente (una vez cada seis meses), otro grupo lo consumía frecuentemente o muy frecuentemente (entre una vez al mes y diariamente) y finalmente había un grupo que lo consumía en muy pocas ocasiones o nunca. Los participantes tomaron una prueba llamada Mini-Mental State Examination que incluye preguntas dirigidas a evaluar diversos aspectos de la capacidad cognitiva de la persona entre ellos la memoria, aritmética y orientación. Se encontró que quienes consumían curry frecuentemente, muy frecuentemente u ocasionalmente tuvieron puntajes significativamente superiores a los de las personas que no lo consumían o lo consumían sólo en raras ocasiones.

Los investigadores creen que las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes del curcumin son las responsables de estos resultados. Se sabe, por ejemplo, que las personas que utilizan antiinflamatorios durante largo tiempo tienen un riesgo menor de desarrollar enfermedad de
Alzheimer. Por otra parte, algunos antioxidantes, como por ejemplo, la vitamina E parecen tener la capacidad de proteger las células del cerebro.

El curry se consigue en forma de polvo. También, se consiguen extractos de curcumin en forma de cápsulas.

Algunas precauciones
Aunque no se han detectado efectos secundarios con el uso de curcumin algunos estudios de laboratorio y con animales sugieren que puede inhibir las plaquetas de la sangre y aumentar el riesgo de sangrado cuando se utiliza conjuntamente con medicamentos anticoagulantes como aspirina, Coumadin (warfarina) y heparina. O medicamentos antiplaquetas como Plavix (clopidogrel) y medicamentos antiinflamatorios no esteroideos como ibuprofeno (Advil, Motrin) y naproxeno (Aleve, Naprosyn). Por otra parte, el curcumin puede proteger el estómago contra las úlceras estomacales causadas por estos mismos medicamentos antiinflamatorios.
Otros estudios con animales sugieren que el curcumin puede interferir en el procesamiento de ciertos medicamentos, lo que pudiera hacer que el nivel de estos en la sangre aumente causando reacciones adversas o, incluso, graves.

Las personas diabéticas que utilizan insulina o medicamentos deben consultar con su médico ya que el curcumin tiene la capacidad de reducir el azúcar en la sangre y puede que haya que disminuir la dosis de medicamentos antidiabéticos empleados.

Existe la posibilidad de que la Cúrcuma aumente la sensibilidad hacia los rayos solares por lo que las personas que la utilizan en grandes cantidades deben abstenerse de pasar periodos prolongados bajo el sol.

Referencia
Tze-Pin Ng, Peak-Chiang Chiam, Theresa Lee, Hong-Choon Chua, Leslie Lim and Ee-Heok Kua Curry Consumption and Cognitive Function in the Elderly. American Journal of Epidemiology..2006; 164: 898-906.

martes, octubre 31, 2006

Silimarina en cardo mariano ayuda a pacientes de diabetes tipo 2

En un estudio publicado en la versión online de la revista Phytotherapy Research y que próximamente será publicado en la versión impresa se encontró que la silimarina, un compuesto herbario extraído de las semillas de la planta conocida como cardo mariano o cardo lechoso (Silybum marianum) puede ayudar a las personas que padecen de diabetes tipo 2 a controlar sus niveles de glucosa y reducir el nivel de glicación, es decir, la cantidad de hemoglobina que se encuentra unido a moléculas de glucosa. La glicación es un proceso dañino que en los diabéticos se produce a niveles elevados y es causante de numerosas complicaciones de esta enfermedad, entre ellos problemas visuales y daños a los nervios.

El cardo mariano o cardo lechoso es una planta con una larga historia como sustancia que protege el hígado y que ayuda a su regeneración en casos de hepatitis crónica, cirrosis y degeneración grasa. La silimarina es una sustancia antioxidante que el principal compuesto responsable de estos efectos.

En el estudio relacionado con la diabetes se encontró que tras cuatro meses en una dosis de 200 miligramos de silimarina tres veces al día los pacientes de diabetes tipo 2 lograron una considerable reducción en sus niveles de glucosa en la sangre. Además registraron reducciones significativas en otras medidas tales como la de la hemoglobina glicosilada, el colesterol total y el colesterol LDL (el llamado “colesterol malo”) y los triglicéridos.

Referencia
H. Fallah Huseini, B. Larijani, R. Heshmat, H. Fakhrzadeh, B. Radjabipour, T. Toliat, Mohsin Raza. The efficacy of Silybum marianum (L.) Gaertn. (silymarin) in the treatment of type II diabetes: a randomized, double-blind, placebo-controlled, clinical trial. Phytotherapy Research. Publicado online el 30 de octubre de 2006 en http://www3.interscience.wiley.com/cgi-bin/jhome/12567

lunes, octubre 30, 2006

El alcohol y sus efectos nocivos

El alcoholismo es un problema que se manifiesta a nivel mundial. Según estimados de la Organización Mundial de la Salud más de 62 millones de personas en todo el mundo sufren de dependencia del alcohol. En los Estados Unidos solamente se estima que más de ocho millones de personas son dependientes del alcohol y que varios millones más aunque no son dependientes del alcohol tienen problemas relacionados con el consumo de éste.

Un problema particularmente agudo es el de los adolescentes e incluso niños, que ingieren bebidas alcohólicas. Sabemos que el alcohol causa grandes daños al organismo y particularmente al cerebro. En años recientes ha surgido evidencia de que en el caso de los adolescentes, cuyo cerebro aún está en desarrollo, este daño es particularmente severo.

Daños causados por el alcohol
Antes de detallar los daños particulares en el caso de los adolescentes, veamos en términos generales varios de los daños al organismo causados por el consumo de alcohol.
Cuando una persona ingiere una bebida alcohólica, el alcohol es absorbido rápidamente por el estómago y por los intestinos. A través de la sangre el alcohol viaja a través del cuerpo afectando casi todos los órganos.

El alcohol tiende a deprimir las funciones del sistema nervioso central el cual está formado por el cerebro y el cordón espinal, afectando sus funciones. Mientras mayor sea la dosis de alcohol, mayor es este efecto depresor. Cuando el consumo de alcohol es crónico se puede producir un deterioro y una severa pérdida de la memoria.

Cuando las mujeres embarazadas consumen elevadas cantidades de alcohol corren un alto riesgo de que el bebé nazca con lo que se conoce como el síndrome de alcohol fetal. Esta condición es la principal causante de defectos al nacer. Entre estos defectos figuran retardación mental, un bajo peso al nacer y un desarrollo lento, problemas visuales, de audición y del corazón, un pobre tono muscular y una cabeza de tamaño pequeño.

Algunos bebés expuestos al alcohol durante el periodo de desarrollo fetal no desarrollan el síndrome de alcohol fetal pero desarrollan una condición conocida como efecto fetal del alcohol que se caracteriza por problemas de conducta, incapacidad para desarrollar el pensamiento abstracto y dificultad para prestar atención.

El alcohol puede ocasionar que algunas vitaminas no se absorban bien lo que puede causar malnutrición aunque la persona coma normalmente. Más aún, las personas dependientes del alcohol tienden a perder el apetito. Su fuente principal de calorías muchas veces termina siendo el alcohol. Esto hace que no se alimenten adecuadamente lo que causa un problema de malnutrición aún mayor. El alcohol también causa irritación del tracto gastrointestinal y desgaste de la capa protectora del estómago. Con esto se producen náuseas, vómitos y en algunos casos, sangrado.

El hígado es otro de los órganos afectados por el alcohol. En las primeras etapas el consumo crónico de alcohol causa acumulación de grasa en el hígado. En algunos casos esto puede progresar hasta convertirse en hepatitis, la cual inflama el hígado y causa la muerte de células hepáticas. En otros casos puede desarrollarse cirrosis, la cual se caracteriza por la sustitución del tejido normal del hígado por tejido cicatrizal. Cuando esto sucede el hígado no puede llevar a cabo eficientemente su labor de procesar las toxinas produciéndose una intoxicación de la sangre que puede, incluso, causar la muerte.

El consumo crónico de alcohol también puede afectar al corazón, causar el cese de la menstruación en las mujeres e impotencia en los hombres. También aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer como el de colon, laringe, hígado y esófago.

El alcohol y el cerebro de los adolescentes
El cerebro de los adolecentes, que no está totalmente desarrollado, puede sufrir daños aún más severos que el de los adultos. Existe evidencia de que la corteza cerebral y el hipocampo de los adolescentes que consumen alcohol sufren daños significativos. El hipocampo es una de las más importantes regiones del cerebro relacionadas con la memoria. Experimentos llevados a cabo con ratas sugieren que en los cerebros jóvenes, aún no completamente desarrollados como el de los adolescentes, el daño causado por el alcohol a la corteza cerebral puede ser más del doble del sufrido por el cerebro de los adultos. La corteza cerebral es la región del cerebro donde se llevan a cabo la mayor parte de las funciones de alto nivel del cerebro, entre ellas el habla.

Agrava la situación el hecho de que una de las regiones afectadas por el alcohol es el lóbulo frontal del cerebro. Durante la adolescencia estas regiones, que tienen a cargo el control de impulsos y la planificación de nuestras acciones, pasan por grandes cambios y sus conexiones se modifican a medida que el o la adolescente aprende las diversas destrezas relacionadas con la toma de decisiones. El consumo de alcohol en la adolescencia afecta estas regiones que son esenciales para el autocontrol, de modo tal que hace más fácil que se llegue al alcoholismo. De hecho, se estima que el 40 por ciento de las personas que comienzan a beber antes de los quince años de edad se convertirán en dependientes del alcohol en algún momento de su vida. Esta es una proporción alrededor de cuatro veces mayor que la de las personas que comienzan a beber al llegar a los 21 años de edad.

¿Cuanto alcohol es necesario consumir, antes de que se comience a afectar el cerebro? En un experimento cuyos resultados fueran publicados en la revista Neuroscience, el Dr. Fulton Crews de la Universidad de Carolina del Norte, y otros investigadores encontraron que en ratas adolescentes el daño comienza a producirse a un nivel equivalente al de dos tragos en seres humanos y continúa aumentando a medida que se ingiere una mayor cantidad de alcohol. A un nivel equivalente al de 10 cervezas se produce una detención casi total en la producción de nuevas células nerviosas.

Para las personas que beben crónicamente es sumamente importante dejar la bebida lo antes posible. Se sabe que con el tiempo es posible para los adultos recuperar las funciones perdidas. Es posible que en los adolescentes esto sea también posible. Sin embargo, mientras más tiempo se lleve bebiendo mayor es el daño y más difícil la recuperación.

Referencia
Crews FT, Mdzinarishvili A, Kim D, He J, Nixon K. Neurogenesis in adolescent brain is potently inhibited by ethanol. Neuroscience. 2006;137(2):437-45.

sábado, octubre 28, 2006

Moler o pulverizar pastillas de medicamentos puede causar serios problemas

Un buen número de pacientes adultos tiene dificultades para tragar pastillas o cápsulas. Esta es una situación a la que muchas veces no se le presta atención y sin embargo puede ser causante de problemas muy serios.

Las dificultades para tragar se conocen con el nombre de disfagia y son más comunes en personas de edad avanzada, aunque pueden producirse a cualquier edad. Las causas de las dificultades al tragar son numerosas y en algunos casos se manifiestan en forma de obstrucción mecánica mientras que en otros casos se manifiestan afectando los músculos y los nervios involucrados en el proceso de tragar.

Prácticas comunes que se utilizan para ayudar a las personas con dificultades para ingerir sus medicamentos son la de abrir las cápsulas y la de pulverizar las tabletas o pastillas. Esto se hace con el propósito de evitar que el paciente se ahogue al ingerir sus medicamentos. Sin embargo, ésta es una práctica que puede ser peligrosa para los pacientes y en ocasiones, incluso fatal.
Un grupo de farmacéuticos, médicos y abogados británicos publicó en días pasados una serie de guías sobre este asunto, dirigidas a los médicos. En la publicación se advierte que el romper una pastilla puede hacer que su contenido se libere de forma demasiado rápida, lo cual puede causar reacciones dañinas.

Algunas pastillas poseen una cubierta especial cuyo propósito es regular la velocidad con la que liberan el medicamento una vez entran al cuerpo. Machacarlas o pulverizarlas puede cambiar la velocidad de liberación, causando una sobredosis temporera.

Las pastillas diseñadas para tomarse una vez al día tienen, muchas veces, una cubierta especial que hace que la velocidad de liberación del medicamento sea lenta y constante durante las 24 horas del día. Molerlas, machacarlas o pulverizarlas puede hacer que el paciente obtenga demasiado medicamento al principio y que más tarde en el día no tenga medicamento en el organismo.

Algunos medicamentos, cuando son machacados o molidos, pueden dispersarse en el aire y ser respirados lo que puede representar un riesgo para la persona que lleva a cabo esta labor. Este es el caso, por ejemplo, con el tamoxifeno (Nolvadex), el metotrexato (Trexall, Rheumatrex), el dexametasona (Decadron) y los anticonceptivos orales. El riesgo es particularmente alto en el caso de mujeres embarazadas.

La nifedipina (Adalat, Procardia) es un medicamento que se libera lentamente y que se utiliza en el tratamiento de la angina de pecho y la hipertensión. Cuando este medicamento es molido o machacado puede causar mareos, dolor de cabeza, y un aumento en el riesgo de apoplejías y ataques cardiacos.

La morfina es otro medicamento que puede causar una sobredosis severa cuando se muele o pulveriza.

Según los autores de este informe un dato sorprendente es que existen médicos y enfermeras que le indican a las personas a cargo del cuido de pacientes que muelan o machaquen los medicamentos que les habrán de dar a estos. El informe sugiere que antes de recetar un medicamento los médicos cotejen si la persona tiene dificultad al tragar. Muchos medicamentos se consiguen, además de en forma de cápsula o pastilla, en forma de líquido, parchos, inyecciones, sublingual, supositorios o inhaladores. Si un medicamento en particular no está disponible en una forma alterna, es posible que exista otro medicamento por el cual pueda sustituirse y que pueda conseguirse en una de estas otras formas. En algunos casos en que no es posible conseguir una alternativa es posible, incluso, que deba considerarse la suspensión del tratamiento.

Si no hay otra alternativa, se puede considerar alterar un medicamento oral en forma sólida. Sin embargo, esto sólo debe considerarse como un último recurso y sólo debe llevarse a cabo luego de consultar a un farmacéutico, un centro de información de medicamentos o el fabricante del medicamento.

Las guías que hemos mencionado están disponibles en internet en la siguiente dirección:

www.swallowingdifficulties.com/Swallowing_difficulties_full.pdf
David Wright, Nigel Chapman, Mathias Foundling-Miah, Ralph Greenwall, Richard Griffith, Anne Guyon, Honor Merriman
Consensus guideline on the Medication Management of adults with swallowing difficulties. Medendium Group Publishing Ltd, 2006.

viernes, octubre 27, 2006

El Ejercicio puede ayudar a dejar de fumar

Según una investigación llevada a cabo en Austria y reportada en la reunión del American College of Chest Physicians denominada CHEST 2006, el ejercicio regular ayuda a que las personas que utilizan terapia de reemplazo de nicotina en forma de parchos de nicotina o goma de mascar como un medio de dejar de fumar tengan más éxito en este empeño. En este estudio 68 fumadores recibieron terapia de reemplazo de nicotina y su progreso fue monitoreado durante tres meses. La mitad de este grupo, además de recibir la terapia de reemplazo de nicotina, hizo ejercicio regularmente mientras que la otra mitad no. Al cabo de los tres meses se encontró que 80 porciento de los que se ejercitaron se mantenían sin fumar mientras que entre los que no se ejercitaron sólo 52 por ciento se mantenía sin fumar. También se encontró que aún en el subgrupo de los que se ejercitaban y volvieron a fumar, el ejercicio parecía proveer un beneficio ya que este grupo, aunque no logró abandonar completamente el hábito, fumaba menos que el subgrupo de los que no se ejercitaban y volvieron a fumar.

Otro beneficio provisto por el ejercicio fue que los que se ejercitaban obtuvieron un puntaje superior en pruebas de salud respiratoria.

jueves, octubre 26, 2006

Hallan relación entre trastornos de ansiedad y enfermedades

¿Que es la ansiedad?
Cuando hablamos de ansiedad nos referimos a un estado en que una persona se siente temerosa, aprensiva o inquieta. La ansiedad generalmente se manifiesta ante situaciones sobre las cuales una persona siente no tener control o que le parecen amenazantes. La ansiedad puede causar síntomas físicos tales como problemas del sueño, dolor de cabeza y tensión muscular. Cuando el estado de ansiedad es muy elevado se pueden presentar otros síntomas entre los cuales se encuentran: aumento en la presión arterial y el ritmo del corazón, sudor excesivo, mareos y náuseas.
No todo lo relacionado con la ansiedad es negativo. De hecho la ansiedad tiene su utilidad. Ya que nos hace estar alertas y enfocados ante situaciones o eventos importantes. Sin embargo, cuando la ansiedad sobrepasa ciertos niveles se presentan problemas.

Existe un grupo de desórdenes emocionales a los cuales se les conoce como desórdenes o trastornos de ansiedad. Entre estos se encuentran el desorden de ansiedad generalizada, el desorden de pánico, las fobias, la agorafobia, el desorden obsesivo - compulsivo y el desorden de ansiedad social también conocido como fobia social.

Los trastornos de ansiedad y las enfermedades
En un estudio publicado en el número correspondiente al 23 de octubre de 2006 de la revista médica Archives of Internal Medicine un grupo de investigadores de la Universidad de Manitoba en Canada, de la Universidad de Dresden en Alemania y de la Universidad de California en San Diego se encontró una relación entre los desórdenes de ansiedad y alergias, problemas gastrointestinales, enfermedad de la glándula tiroides, migraña, artritis y enfermedades respiratorias.

En este estudio se analizaron datos de 4181 personas que participaron en un estudio de salud llevado a cabo en Alemania. Este estudio conocido como el Estudio Alemán de Salud es el primero en el que se incluye tanto una evaluación médica de las condiciones de salud física, como una evaluación de problemas de salud mental llevada a cabo por profesionales de la salud entrenados.

Los investigadores señalan que no se conoce el porqué de la relación encontrada entre los trastornos de ansiedad y las enfermedades físicas. Sin embargo existen varias posibilidades que deben ser evaluadas. Una de estas es que padecer de una enfermedad física provoque un estado de preocupación y ansiedad tal que eventualmente se convierta en un trastorno de ansiedad. Otra posibilidad es que los trastornos de ansiedad provoquen cambios biológicos que contribuyan al desarrollo de enfermedades en el organismo de quienes los padecen. Finalmente, existe la posibilidad de que alguna otra condición, como por ejemplo, alguna adicción a sustancias controladas, contribuya tanto al desarrollo de enfermedades físicas como de los trastornos de ansiedad.

Según los autores, este estudio apunta a la necesidad de desarrollar programas dirigidos a identificar y a tratar los trastornos de ansiedad en los pacientes de enfermedades físicas.

miércoles, octubre 25, 2006

Daños al Cerebro Causados por el Alcoholismo

Si quiere ponerse en el camino hacia la senilidad y la pérdida de memoria las bebidas alcohólicas se lo pueden facilitar. Aunque es harto sabido que el alcohol daña el cerebro, un nuevo estudio documenta una de las formas en que esto sucede. En este estudio, que será publicado en el número de noviembre de la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research fue dirigido por el Dr. Thomas Beresford del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Colorado se analizaron pruebas de resonancia magnética de dieciséis hombres veteranos del ejército. De los dieciséis, ocho eran alcohólicos y ocho no lo eran. Los alcohólicos y los no alcohólicos eran de edades similares. Las pruebas de resonancia magnética revelaron que el hipocampo de los alcohólicos era más pequeño que el de los no alcohólicos. El hipocampo es una región del cerebro involucrada en el almacenamiento y la codificación de la memoria. Junto a otras regiones adyacentes el hipocampo juega un papel vital en la codificación y de la memoria de episódica, es decir la memoria de eventos conectados a un tiempo y lugar específico, como por ejemplo adonde fuimos o que hicimos durante el día de ayer.
Ya investigaciones previas habían demostrado que el alcohol afecta negativamente la capacidad de formar nuevas memorias. Por otra parte, en investigaciones con animales se había encontrado una relación entre el consumo crónico de alcohol y daños al hipocampo. Este nuevo estudio provee evidencia de que esto también sucede en los humanos.
Una pregunta que se hacen ahora los investigadores es si el daño causado por el alcohol al hipocampo es temporero o permanente. Los investigadores que participaron en este estudio tienen planificado continuar el mismo tratando de determinar si el hipocampo es capaz de regenerarse luego del daño causado por el alcohol y de ser así que puede hacerse para acelerar el proceso curativo.

En un estudio llevado a cabo con ratas y cuyos resultados se publicaron en el 2004 varios investigadores de la Universidad de Carolina del Norte encontraron que la dependencia al alcohol inhibe la formación de nuevas células nerviosas o neuronas en el hipocampo, pero que tras cuatro o cinco semanas de abstinencia del alcohol se produce un aumento en la formación de nuevas células nerviosas. Por otra parte se sabe que el proceso de aprender nuevas cosas y ejercicios físicos como el correr estimulan la formación de neuronas. Algunos medicamentos antidepresivos también estimulan la formación de neuronas en el hipocampo (más información acerca de cómo proteger y regenerar nuestro cerebro aquí y aquí)

De modo que si usted es un bebedor o bebedora crónicó es muy posible que haya sufrido daños a las estructuras del cerebro involucradas en la formación de las memorias. Sin embargo, no necesariamente todo está perdido. Si deja de beber existen medios que pueden ayudarle a recuperar, al menos en parte, lo perdido. Recuerde que mientras más pronto deje la bebida, mejor, ya que los daños serán menores y mayores serán las posibilidades de recuperación.

martes, octubre 24, 2006

Consuma vegetales para proteger su mente

La revista profesional Neurology publica en su más reciente número los hallazgos de un estudio en el que se encontró evidencia de que un elevado consumo de vegetales puede proteger a las personas de edad avanzada de las pérdidas cognitivas asociadas con la edad entre las que figura la memoria a corto plazo. Sin embargo, el consumo de frutas no tuvo el mismo efecto. En este estudio llevado a cabo en Chicago por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Rush tuvo una duración de seis años y participaron en el mismo 3718 personas de 65 años o más. Se encontró que aquellas personas que consumían 2,8 porciones de vegetales o más al día tuvieron una pérdida cognitiva 40 por ciento menor que las que consumían una sola porción. Según Martha Clare Morris, una de las autoras del estudio esto equivale a tener unos cinco años menos de edad. En caso de que se pregunte cuanto es una porción esta fue definida como media taza de vegetales trozados o picados o una taza de vegetales de hojas verdes, como por ejemplo, espinaca o col.

No se sabe a ciencia cierta porque las frutas no proveyeron el mismo beneficio pero se piensa que esto puede deberse a que los vegetales, especialmente los de hojas verdes, proveen una mayor cantidad de vitamina E que las frutas. Existen estudios en los que se ha encontrado que los alimentos ricos en vitamina E reducen la pérdida cognitiva. Otro factor contribuyente puede ser el hecho de que las personas por lo general consumen los vegetales con algún aderezo que contiene grasa ya que se sabe que las grasas ayudan a absorber la vitamina E. Por otra parte, algunos estudios parecen indicar que los suplementos de vitamina E no proveen los mismos beneficios que la vitamina E en los alimentos, al menos en cuanto a la protección de las habilidades mentales o cognitivas.

Si interesa leer este estudio esta es la ficha bibliográfica del mismo.
M. C. Morris, ScD, D. A. Evans, MD, C. C. Tangney, PhD, J. L. Bienias, ScD and R. S. Wilson, PhD. Associations of vegetable and fruit consumption with age-related cognitive change. Neurology 2006;67:1370-1376.

lunes, octubre 23, 2006

La Televisión y el Autismo

Desde que en el 1943 el psiquiatra norteamericano Leo Kanner describió por vez primera lo que en la actualidad conocemos como el autismo clásico se ha especulado mucho sobre las causas de esta condición y otras condiciones parecidas o relacionadas como el síndrome de Asperger y el síndrome de Rett. Se ha especulado, por ejemplo, que algunas vacunas que contienen un compuesto llamado timerosal que contiene aluminio pueden estar implicadas en el aumento que se ha observado en la prevalencia de estas condiciones durante décadas recientes. Para mediados de la década de 1970 se estimaba que alrededor de uno de cada 2,500 niños era autista. Hoy día hay quien estima que el número es de uno de cada 155. Si esto es así estamos hablando de un aumento de más de más de 15 veces en la tasa de esta condición.

Una investigación llevada a cabo por economistas de la Universidad de Cornell y la Universidad de Indiana sugiere una relación entre el autismo y el ver televisión durante la temprana niñez. En este estudio se comparó la cantidad de lluvia que reciben distintas comunidades. Se encontró que los niños de aquellas comunidades en las que llueve más son los que más tiempo pasan viendo televisión. Cuando se compararon los datos relativos al autismo se encontró que las comunidades en las que más llovía, que como ya hemos dicho eran también aquellas en las que los niños pasaban más tiempo frente al televisor, se encontró que éstas eran también las que tenían unas tasas mayores de autismo.

Aunque, como señalan los investigadores, este no es un estudio definitivo, levanta una serie de interrogantes. Según Sean Nicholson, profesor asociado de análisis de política pública en la Universidad de Cornell, la comunidad médica está cada vez más convencida de que hay algún factor ambiental que sirve de disparador de una predisposición biológica o genética hacia el autismo y estos hallazgos indican la necesidad de examinar más de cerca el hábito de ver televisión en los niños.

sábado, octubre 21, 2006

Retiran posibles píldoras inactivas de Paxil

Se ha informado que la compañía GlaxoSmithKline ordenó recoger durante el mes de septiembre unas 7.5 millones de pastillas del medicamento antidepresivo Paxil CR. La razón es la posibilidad de que las mismas carezcan del ingrediente activo hidrocloruro de paroxetina. Las pastillas que no contengan dicho ingrediente son inertes y no tienen efecto terapéutico. La compañía, sin embargo, no sabe cuantas de estas pastillas carecen del señalado ingrediente y no informó de este asunto a los pacientes ya que según lo expresó un vocero de ésta pruebas posteriores indicaron la posibilidad de que la cantidad de pastillas afectadas fuera tan poca como una sola.

Por otra parte para un paciente que consuma las píldoras inactivas, la situación puede ser seria ya que una persona que deja de tomar súbitamente este medicamento puede sufrir consecuencias tales como síntomas parecidos a la influenza, dolores y lo peor, pensamientos suicidas. Lo que agrava la situación es que la dosis las píldoras que pudieran tener el problema parecen ser las de la más elevada dosis. Los síntomas causados por la suspensión súbita esta dosis pueden ser severos.

Hablando de los síntomas causados por la suspensión súbita de medicamentos antidepresivos, el problema surge debido a que algunos de estos medicamentos permanecen en el organismo humano durante un tiempo muy corto. Dos de las más problemáticas en este sentido son Effexor y Paxil. Otras como Prozac permanecen mucho más tiempo en el cuerpo y por tanto causan muchos menos problemas al descontinuarse. En el caso de Effexor algunos pacientes han reportado síntomas tan severos que se les hace imposible dejar el medicamento. Un síntoma peculiar que reportan algunos usuarios de Effexor al descontinuar éste o reducir rápidamente la dosis diaria son una especie de calambres o choques “eléctricos” en el cerebro. La suspensión o disminución de las dosis de Effexor o Paxil debe hacerse en forma gradual. Se ha encontrado que al descontinuar el Effexor puede ayudar combinar el mismo con una pequeña cantidad de Prozac.

Estudio sobre antidepresivos y conducta agresiva

Continuando con el tema de los antidepresivos nos llama la atención un estudio llevado a cabo en la Universidad de Tejas en Austin. En este estudio se encontró que mientras que una dosis alta de el antidepresivo Prozac parece reducir la agresividad de ratas “adolescentes” una dosis más baja parece tener el efecto contrario ya que ratas sometidas a esta dosis más baja iniciaron más peleas que las que recibieron la dosis más alta y que las que recibieron un placebo. Las que recibieron la dosis más alta por su parte iniciaron muchas menos peleas (65% menos) que las que recibieron un placebo.

En las ratas adultas el Prozac, tanto en dosis altas como elevadas, tuvo el efecto de reducir la agresividad. Kereshmeh Taravosh-Lahn, quien fuera el investigador principal en este estudio cree que es posible las diversas dosis de Prozac activen diversos receptores de serotonina en el cerebro de las ratas más jóvenes. Posiblemente las dosis más bajas se unen más fácilmente a los receptores de serotonina-3 que promueven la conducta agresiva. En dosis más altas el medicamento también se une a los receptores de serotonina-1 que tienen el efecto contrario, es decir, inhiben la conducta agresiva. Según sugiere este investigador las ratas adultas posiblemente tienen menos receptores de serotonina-3 lo que explicaría porqué en estas el Prozac tiene el efecto de inhibir la agresión tanto cuando se usan dosis bajas como altas.

Aunque los seres humanos no somos ratas y los hallazgos en éstas no siempre son aplicables a nosotros, este estudio levanta interrogantes que deben investigarse con premura. A algunos niños y adolescentes se les recetan dosis bajas de antidepresivos debido a su menor tamaño y peso comparados con adultos. Sin embargo, según señala Taravosh-Lahn “subestimamos las diferencias entre el cerebro juvenil y el cerebro adulto”. Y concluye que “parece haber una necesidad de mayor investigación acerca de los efectos de los medicamentos antidepresivos en los niños”.

Esta investigación encaja perfectamente con estudios previos en los que se ha encontrado una relación entre la conducta agresiva y los antidepresivos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, entre los cuales figuran Prozac, Zoloft y Paxil.

Nuevo medicamento para la diabetes

En días pasados un nuevo medicamento para el tratamiento de la diabetes tipo 2 fue aprobado en los Estados Unidos. El nombre de marca de este medicamento es Januvia y su nombre genérico es fosfato de sitagliptina es manufacturado por la compañía Merck. Esta es una píldora diseñada para usarse una vez al día y trabaja mejorando la propia habilidad del cuerpo para reducir los niveles de glucosa. Esto lo logra amentando el nivel de una hormona que estimula al páncreas a liberar insulina a la vez que reduce la producción de azúcar. Según se señala Januvia funciona tan bien como otros medicamentos ya existentes, como por ejemplo, Glipizide, pero con la ventaja de que causa menos efectos secundarios.

Una desventaja de este nuevo medicamento es el precio. Se espera que éste sea de $4.86 por cada píldora. Algunos medicamentos existentes pueden costar tan poco como cincuenta centavos por una dosis diaria. Merck espera además obtener en marzo de 2007 la aprobación de otro medicamento que combina Januvia y metformina.

Otra compañía farmacéutica, Novartis, ha desarrollado un medicamento similar a Januvia llamado Glavus que se espera sea aprobado durante el mes de noviembre.