Si quiere ponerse en el camino hacia la senilidad y la pérdida de memoria las bebidas alcohólicas se lo pueden facilitar. Aunque es harto sabido que el alcohol daña el cerebro, un nuevo estudio documenta una de las formas en que esto sucede. En este estudio, que será publicado en el número de noviembre de la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research fue dirigido por el Dr. Thomas Beresford del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Colorado se analizaron pruebas de resonancia magnética de dieciséis hombres veteranos del ejército. De los dieciséis, ocho eran alcohólicos y ocho no lo eran. Los alcohólicos y los no alcohólicos eran de edades similares. Las pruebas de resonancia magnética revelaron que el hipocampo de los alcohólicos era más pequeño que el de los no alcohólicos. El hipocampo es una región del cerebro involucrada en el almacenamiento y la codificación de la memoria. Junto a otras regiones adyacentes el hipocampo juega un papel vital en la codificación y de la memoria de episódica, es decir la memoria de eventos conectados a un tiempo y lugar específico, como por ejemplo adonde fuimos o que hicimos durante el día de ayer.
Ya investigaciones previas habían demostrado que el alcohol afecta negativamente la capacidad de formar nuevas memorias. Por otra parte, en investigaciones con animales se había encontrado una relación entre el consumo crónico de alcohol y daños al hipocampo. Este nuevo estudio provee evidencia de que esto también sucede en los humanos.
Una pregunta que se hacen ahora los investigadores es si el daño causado por el alcohol al hipocampo es temporero o permanente. Los investigadores que participaron en este estudio tienen planificado continuar el mismo tratando de determinar si el hipocampo es capaz de regenerarse luego del daño causado por el alcohol y de ser así que puede hacerse para acelerar el proceso curativo.
En un estudio llevado a cabo con ratas y cuyos resultados se publicaron en el 2004 varios investigadores de la Universidad de Carolina del Norte encontraron que la dependencia al alcohol inhibe la formación de nuevas células nerviosas o neuronas en el hipocampo, pero que tras cuatro o cinco semanas de abstinencia del alcohol se produce un aumento en la formación de nuevas células nerviosas. Por otra parte se sabe que el proceso de aprender nuevas cosas y ejercicios físicos como el correr estimulan la formación de neuronas. Algunos medicamentos antidepresivos también estimulan la formación de neuronas en el hipocampo (más información acerca de cómo proteger y regenerar nuestro cerebro aquí y aquí)
De modo que si usted es un bebedor o bebedora crónicó es muy posible que haya sufrido daños a las estructuras del cerebro involucradas en la formación de las memorias. Sin embargo, no necesariamente todo está perdido. Si deja de beber existen medios que pueden ayudarle a recuperar, al menos en parte, lo perdido. Recuerde que mientras más pronto deje la bebida, mejor, ya que los daños serán menores y mayores serán las posibilidades de recuperación.
miércoles, octubre 25, 2006
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