El mecanismo del estrés está diseñado para responder efectivamente a peligros o emergencias súbitas que requieran una acción rápida y no se prolonguen demasiado. Cuando la amenaza que nos hizo activar el mecanismo del estrés cesa nuestro cuerpo envía señales hormonales que desactivan este y nuestro cuerpo regresa a la normalidad. El problema es que en nuestra moderna sociedad el mecanismo del estrés se activa no tanto a causa de peligros momentáneos sino a causa de estados emocionales prolongados (como, por ejemplo, una situación de infelicidad matrimonial) o que se repiten a diario (como, por ejemplo, el tapón para ir y para regresar del trabajo). Bajo dichas circunstancias las hormonas secretadas pueden comenzar a causar grandes daños a nuestro organismo. Entre estos daños se incluyen: fatiga, destrucción de los músculos, diabetes, hipertensión, úlceras, enanismo, impotencia, pérdida de deseo sexual, interrupción de la menstruación, aumento en la susceptibilidad a enfermedades, y daños a las células nerviosas.
Cuando los niveles de cortisol se mantienen elevados durante tiempo prolongado se produce un desgaste de los músculos, elevados nivels de glucosa en la sangre, y se suprimen las respuestas inflamatorias del sistema inmunológico, las células del hipocampo comienzan a dañarse, las células blancas de la sangre se desactivan, haciendo a la persona más susceptible de contraer enfermedades. También aumenta el apetito haciendo que las personas aumenten de peso. Es común que las personas con estrés crónico coman en demasía por las noches. También puede producirse hipertiroidismo. Se ha estimado que el estrés crónico puede fácilmente acortar la vida de una persona en quince o veinte años.
Las investigaciones recientes demuestran que existen varios factores que pueden agravar el estrés e incluso convertir una situación aparentemente inocua en una que amenaza con afectar negativamente nuestra salud. Los más importantes de éstos son:
- Imposibilidad de anticipar o predecir - Se da cuando sabemos que una situación o evento estresante habrá de ocurrir pero no tenemos forma de saber cuando ni como.
- Falta de control - Es lo que tenemos cuando no podemos hacer nada para modificar o escapar de una situación. Es un estado sin esperanza.
- Falta de medios para descargar la frustración - En nuestra moderna sociedad se nos pide que disimulemos las frustraciones y no demos rienda suelta a nuestros impulsos y emociones. Esto puede tener el efecto de permitir la acumulación de diversas hormonas y otras sustancias que pueden resultar nocivas al organismo. La falta de medios adecuados para descargar la frustración y aliviar el estrés hace que muchas personas utilicen con este fin las bebidas alcohólicas, las drogas o el comer excesivamente con los resultados que todos conocemos.
- Le dan la bienvenida a los cambios, sean positivos o negativos. Los perciben como una parte inevitable de la vida y como una oportunidad de crecimiento, no como una amenaza a su seguridad.
- No ven los reveses y los desastres como “el fin del mundo” o como algo que no tiene remedio.
- Tienen confianza en su capacidad para resolver los problemas que surjan o controlar el impacto de los mismos.
- Poseen una amplia red de apoyo. Están profundamente involucrados con familia, compañeros de trabajo o amistades.
- Poseen un fuerte sentido de compromiso, dedicación y dirección en sus vidas.
- Creen en el valor y la importancia de la labor que llevan a cabo y se perciben a si mismos(as) como personas valiosas.
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