Muchas veces sucede que cuando a una persona que sobrepasa los 60 años de edad se le olvida algún nombre o un dato importante, quienes le rodean piensan que está perdiendo su capacidad mental. Ciertamente, el cerebro de algunas personas se deteriora en forma notable con el correr de los años. Sin embargo, en muchos casos lo que le sucede a la persona de mayor edad que tiene dificultad para recordar nombres, fechas o datos no es que esté sufriendo de una pérdida de sus capacidades mentales o que esté en las primeras etapas del mal de Alzheimer. Más bien lo que sucede es que a medida que pasan los años el cerebro va acumulando información. Esto hace que a la persona se le dificulte concentrarse en un solo dato. Aunque, dicho de esta manera, esto pudiera parecer una desventaja, en muchas situaciones puede resultar ventajoso. El cerebro de las personas jóvenes tiende a procesar más rápidamente la información porque no tienen tantos datos almacenados que procesar, ni tantas asociaciones mentales entre diversas informaciones. En la lectura e interpretación de textos los jóvenes generalmente avanzan más pero pueden sufrir a la hora de interpretar o sacar conclusiones de lo que han leído. Así sucede con diversas situaciones del diario vivir. Las personas de mayor edad al tener más datos disponibles pueden analizar mejor y resolver problemas de forma más certera aunque con más lentitud que las personas más jóvenes.
En ocasiones surgen situaciones en las que no se sabe exactamente cual información es importante o cual podría adquirir importancia de cambiar alguna circunstancia. Las ya citadas características de las personas de mayor edad pueden hacer que estas estén mejor preparadaslas más jóvenes para evaluar estas situaciones.
Un investigador que recientemente ha prestado atención a este fenómeno es Lynn Hasher profesora de psicología de la Universidad de Toronto en Canadá colaboró en una reseña de los diversos estudios relacionados publicada en un reciente libro titulado Progress in Brain Research publicado por la compañía Elsevier.
martes, octubre 21, 2008
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