martes, octubre 31, 2006

Silimarina en cardo mariano ayuda a pacientes de diabetes tipo 2

En un estudio publicado en la versión online de la revista Phytotherapy Research y que próximamente será publicado en la versión impresa se encontró que la silimarina, un compuesto herbario extraído de las semillas de la planta conocida como cardo mariano o cardo lechoso (Silybum marianum) puede ayudar a las personas que padecen de diabetes tipo 2 a controlar sus niveles de glucosa y reducir el nivel de glicación, es decir, la cantidad de hemoglobina que se encuentra unido a moléculas de glucosa. La glicación es un proceso dañino que en los diabéticos se produce a niveles elevados y es causante de numerosas complicaciones de esta enfermedad, entre ellos problemas visuales y daños a los nervios.

El cardo mariano o cardo lechoso es una planta con una larga historia como sustancia que protege el hígado y que ayuda a su regeneración en casos de hepatitis crónica, cirrosis y degeneración grasa. La silimarina es una sustancia antioxidante que el principal compuesto responsable de estos efectos.

En el estudio relacionado con la diabetes se encontró que tras cuatro meses en una dosis de 200 miligramos de silimarina tres veces al día los pacientes de diabetes tipo 2 lograron una considerable reducción en sus niveles de glucosa en la sangre. Además registraron reducciones significativas en otras medidas tales como la de la hemoglobina glicosilada, el colesterol total y el colesterol LDL (el llamado “colesterol malo”) y los triglicéridos.

Referencia
H. Fallah Huseini, B. Larijani, R. Heshmat, H. Fakhrzadeh, B. Radjabipour, T. Toliat, Mohsin Raza. The efficacy of Silybum marianum (L.) Gaertn. (silymarin) in the treatment of type II diabetes: a randomized, double-blind, placebo-controlled, clinical trial. Phytotherapy Research. Publicado online el 30 de octubre de 2006 en http://www3.interscience.wiley.com/cgi-bin/jhome/12567

lunes, octubre 30, 2006

El alcohol y sus efectos nocivos

El alcoholismo es un problema que se manifiesta a nivel mundial. Según estimados de la Organización Mundial de la Salud más de 62 millones de personas en todo el mundo sufren de dependencia del alcohol. En los Estados Unidos solamente se estima que más de ocho millones de personas son dependientes del alcohol y que varios millones más aunque no son dependientes del alcohol tienen problemas relacionados con el consumo de éste.

Un problema particularmente agudo es el de los adolescentes e incluso niños, que ingieren bebidas alcohólicas. Sabemos que el alcohol causa grandes daños al organismo y particularmente al cerebro. En años recientes ha surgido evidencia de que en el caso de los adolescentes, cuyo cerebro aún está en desarrollo, este daño es particularmente severo.

Daños causados por el alcohol
Antes de detallar los daños particulares en el caso de los adolescentes, veamos en términos generales varios de los daños al organismo causados por el consumo de alcohol.
Cuando una persona ingiere una bebida alcohólica, el alcohol es absorbido rápidamente por el estómago y por los intestinos. A través de la sangre el alcohol viaja a través del cuerpo afectando casi todos los órganos.

El alcohol tiende a deprimir las funciones del sistema nervioso central el cual está formado por el cerebro y el cordón espinal, afectando sus funciones. Mientras mayor sea la dosis de alcohol, mayor es este efecto depresor. Cuando el consumo de alcohol es crónico se puede producir un deterioro y una severa pérdida de la memoria.

Cuando las mujeres embarazadas consumen elevadas cantidades de alcohol corren un alto riesgo de que el bebé nazca con lo que se conoce como el síndrome de alcohol fetal. Esta condición es la principal causante de defectos al nacer. Entre estos defectos figuran retardación mental, un bajo peso al nacer y un desarrollo lento, problemas visuales, de audición y del corazón, un pobre tono muscular y una cabeza de tamaño pequeño.

Algunos bebés expuestos al alcohol durante el periodo de desarrollo fetal no desarrollan el síndrome de alcohol fetal pero desarrollan una condición conocida como efecto fetal del alcohol que se caracteriza por problemas de conducta, incapacidad para desarrollar el pensamiento abstracto y dificultad para prestar atención.

El alcohol puede ocasionar que algunas vitaminas no se absorban bien lo que puede causar malnutrición aunque la persona coma normalmente. Más aún, las personas dependientes del alcohol tienden a perder el apetito. Su fuente principal de calorías muchas veces termina siendo el alcohol. Esto hace que no se alimenten adecuadamente lo que causa un problema de malnutrición aún mayor. El alcohol también causa irritación del tracto gastrointestinal y desgaste de la capa protectora del estómago. Con esto se producen náuseas, vómitos y en algunos casos, sangrado.

El hígado es otro de los órganos afectados por el alcohol. En las primeras etapas el consumo crónico de alcohol causa acumulación de grasa en el hígado. En algunos casos esto puede progresar hasta convertirse en hepatitis, la cual inflama el hígado y causa la muerte de células hepáticas. En otros casos puede desarrollarse cirrosis, la cual se caracteriza por la sustitución del tejido normal del hígado por tejido cicatrizal. Cuando esto sucede el hígado no puede llevar a cabo eficientemente su labor de procesar las toxinas produciéndose una intoxicación de la sangre que puede, incluso, causar la muerte.

El consumo crónico de alcohol también puede afectar al corazón, causar el cese de la menstruación en las mujeres e impotencia en los hombres. También aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer como el de colon, laringe, hígado y esófago.

El alcohol y el cerebro de los adolescentes
El cerebro de los adolecentes, que no está totalmente desarrollado, puede sufrir daños aún más severos que el de los adultos. Existe evidencia de que la corteza cerebral y el hipocampo de los adolescentes que consumen alcohol sufren daños significativos. El hipocampo es una de las más importantes regiones del cerebro relacionadas con la memoria. Experimentos llevados a cabo con ratas sugieren que en los cerebros jóvenes, aún no completamente desarrollados como el de los adolescentes, el daño causado por el alcohol a la corteza cerebral puede ser más del doble del sufrido por el cerebro de los adultos. La corteza cerebral es la región del cerebro donde se llevan a cabo la mayor parte de las funciones de alto nivel del cerebro, entre ellas el habla.

Agrava la situación el hecho de que una de las regiones afectadas por el alcohol es el lóbulo frontal del cerebro. Durante la adolescencia estas regiones, que tienen a cargo el control de impulsos y la planificación de nuestras acciones, pasan por grandes cambios y sus conexiones se modifican a medida que el o la adolescente aprende las diversas destrezas relacionadas con la toma de decisiones. El consumo de alcohol en la adolescencia afecta estas regiones que son esenciales para el autocontrol, de modo tal que hace más fácil que se llegue al alcoholismo. De hecho, se estima que el 40 por ciento de las personas que comienzan a beber antes de los quince años de edad se convertirán en dependientes del alcohol en algún momento de su vida. Esta es una proporción alrededor de cuatro veces mayor que la de las personas que comienzan a beber al llegar a los 21 años de edad.

¿Cuanto alcohol es necesario consumir, antes de que se comience a afectar el cerebro? En un experimento cuyos resultados fueran publicados en la revista Neuroscience, el Dr. Fulton Crews de la Universidad de Carolina del Norte, y otros investigadores encontraron que en ratas adolescentes el daño comienza a producirse a un nivel equivalente al de dos tragos en seres humanos y continúa aumentando a medida que se ingiere una mayor cantidad de alcohol. A un nivel equivalente al de 10 cervezas se produce una detención casi total en la producción de nuevas células nerviosas.

Para las personas que beben crónicamente es sumamente importante dejar la bebida lo antes posible. Se sabe que con el tiempo es posible para los adultos recuperar las funciones perdidas. Es posible que en los adolescentes esto sea también posible. Sin embargo, mientras más tiempo se lleve bebiendo mayor es el daño y más difícil la recuperación.

Referencia
Crews FT, Mdzinarishvili A, Kim D, He J, Nixon K. Neurogenesis in adolescent brain is potently inhibited by ethanol. Neuroscience. 2006;137(2):437-45.

sábado, octubre 28, 2006

Moler o pulverizar pastillas de medicamentos puede causar serios problemas

Un buen número de pacientes adultos tiene dificultades para tragar pastillas o cápsulas. Esta es una situación a la que muchas veces no se le presta atención y sin embargo puede ser causante de problemas muy serios.

Las dificultades para tragar se conocen con el nombre de disfagia y son más comunes en personas de edad avanzada, aunque pueden producirse a cualquier edad. Las causas de las dificultades al tragar son numerosas y en algunos casos se manifiestan en forma de obstrucción mecánica mientras que en otros casos se manifiestan afectando los músculos y los nervios involucrados en el proceso de tragar.

Prácticas comunes que se utilizan para ayudar a las personas con dificultades para ingerir sus medicamentos son la de abrir las cápsulas y la de pulverizar las tabletas o pastillas. Esto se hace con el propósito de evitar que el paciente se ahogue al ingerir sus medicamentos. Sin embargo, ésta es una práctica que puede ser peligrosa para los pacientes y en ocasiones, incluso fatal.
Un grupo de farmacéuticos, médicos y abogados británicos publicó en días pasados una serie de guías sobre este asunto, dirigidas a los médicos. En la publicación se advierte que el romper una pastilla puede hacer que su contenido se libere de forma demasiado rápida, lo cual puede causar reacciones dañinas.

Algunas pastillas poseen una cubierta especial cuyo propósito es regular la velocidad con la que liberan el medicamento una vez entran al cuerpo. Machacarlas o pulverizarlas puede cambiar la velocidad de liberación, causando una sobredosis temporera.

Las pastillas diseñadas para tomarse una vez al día tienen, muchas veces, una cubierta especial que hace que la velocidad de liberación del medicamento sea lenta y constante durante las 24 horas del día. Molerlas, machacarlas o pulverizarlas puede hacer que el paciente obtenga demasiado medicamento al principio y que más tarde en el día no tenga medicamento en el organismo.

Algunos medicamentos, cuando son machacados o molidos, pueden dispersarse en el aire y ser respirados lo que puede representar un riesgo para la persona que lleva a cabo esta labor. Este es el caso, por ejemplo, con el tamoxifeno (Nolvadex), el metotrexato (Trexall, Rheumatrex), el dexametasona (Decadron) y los anticonceptivos orales. El riesgo es particularmente alto en el caso de mujeres embarazadas.

La nifedipina (Adalat, Procardia) es un medicamento que se libera lentamente y que se utiliza en el tratamiento de la angina de pecho y la hipertensión. Cuando este medicamento es molido o machacado puede causar mareos, dolor de cabeza, y un aumento en el riesgo de apoplejías y ataques cardiacos.

La morfina es otro medicamento que puede causar una sobredosis severa cuando se muele o pulveriza.

Según los autores de este informe un dato sorprendente es que existen médicos y enfermeras que le indican a las personas a cargo del cuido de pacientes que muelan o machaquen los medicamentos que les habrán de dar a estos. El informe sugiere que antes de recetar un medicamento los médicos cotejen si la persona tiene dificultad al tragar. Muchos medicamentos se consiguen, además de en forma de cápsula o pastilla, en forma de líquido, parchos, inyecciones, sublingual, supositorios o inhaladores. Si un medicamento en particular no está disponible en una forma alterna, es posible que exista otro medicamento por el cual pueda sustituirse y que pueda conseguirse en una de estas otras formas. En algunos casos en que no es posible conseguir una alternativa es posible, incluso, que deba considerarse la suspensión del tratamiento.

Si no hay otra alternativa, se puede considerar alterar un medicamento oral en forma sólida. Sin embargo, esto sólo debe considerarse como un último recurso y sólo debe llevarse a cabo luego de consultar a un farmacéutico, un centro de información de medicamentos o el fabricante del medicamento.

Las guías que hemos mencionado están disponibles en internet en la siguiente dirección:

www.swallowingdifficulties.com/Swallowing_difficulties_full.pdf
David Wright, Nigel Chapman, Mathias Foundling-Miah, Ralph Greenwall, Richard Griffith, Anne Guyon, Honor Merriman
Consensus guideline on the Medication Management of adults with swallowing difficulties. Medendium Group Publishing Ltd, 2006.

viernes, octubre 27, 2006

El Ejercicio puede ayudar a dejar de fumar

Según una investigación llevada a cabo en Austria y reportada en la reunión del American College of Chest Physicians denominada CHEST 2006, el ejercicio regular ayuda a que las personas que utilizan terapia de reemplazo de nicotina en forma de parchos de nicotina o goma de mascar como un medio de dejar de fumar tengan más éxito en este empeño. En este estudio 68 fumadores recibieron terapia de reemplazo de nicotina y su progreso fue monitoreado durante tres meses. La mitad de este grupo, además de recibir la terapia de reemplazo de nicotina, hizo ejercicio regularmente mientras que la otra mitad no. Al cabo de los tres meses se encontró que 80 porciento de los que se ejercitaron se mantenían sin fumar mientras que entre los que no se ejercitaron sólo 52 por ciento se mantenía sin fumar. También se encontró que aún en el subgrupo de los que se ejercitaban y volvieron a fumar, el ejercicio parecía proveer un beneficio ya que este grupo, aunque no logró abandonar completamente el hábito, fumaba menos que el subgrupo de los que no se ejercitaban y volvieron a fumar.

Otro beneficio provisto por el ejercicio fue que los que se ejercitaban obtuvieron un puntaje superior en pruebas de salud respiratoria.

jueves, octubre 26, 2006

Hallan relación entre trastornos de ansiedad y enfermedades

¿Que es la ansiedad?
Cuando hablamos de ansiedad nos referimos a un estado en que una persona se siente temerosa, aprensiva o inquieta. La ansiedad generalmente se manifiesta ante situaciones sobre las cuales una persona siente no tener control o que le parecen amenazantes. La ansiedad puede causar síntomas físicos tales como problemas del sueño, dolor de cabeza y tensión muscular. Cuando el estado de ansiedad es muy elevado se pueden presentar otros síntomas entre los cuales se encuentran: aumento en la presión arterial y el ritmo del corazón, sudor excesivo, mareos y náuseas.
No todo lo relacionado con la ansiedad es negativo. De hecho la ansiedad tiene su utilidad. Ya que nos hace estar alertas y enfocados ante situaciones o eventos importantes. Sin embargo, cuando la ansiedad sobrepasa ciertos niveles se presentan problemas.

Existe un grupo de desórdenes emocionales a los cuales se les conoce como desórdenes o trastornos de ansiedad. Entre estos se encuentran el desorden de ansiedad generalizada, el desorden de pánico, las fobias, la agorafobia, el desorden obsesivo - compulsivo y el desorden de ansiedad social también conocido como fobia social.

Los trastornos de ansiedad y las enfermedades
En un estudio publicado en el número correspondiente al 23 de octubre de 2006 de la revista médica Archives of Internal Medicine un grupo de investigadores de la Universidad de Manitoba en Canada, de la Universidad de Dresden en Alemania y de la Universidad de California en San Diego se encontró una relación entre los desórdenes de ansiedad y alergias, problemas gastrointestinales, enfermedad de la glándula tiroides, migraña, artritis y enfermedades respiratorias.

En este estudio se analizaron datos de 4181 personas que participaron en un estudio de salud llevado a cabo en Alemania. Este estudio conocido como el Estudio Alemán de Salud es el primero en el que se incluye tanto una evaluación médica de las condiciones de salud física, como una evaluación de problemas de salud mental llevada a cabo por profesionales de la salud entrenados.

Los investigadores señalan que no se conoce el porqué de la relación encontrada entre los trastornos de ansiedad y las enfermedades físicas. Sin embargo existen varias posibilidades que deben ser evaluadas. Una de estas es que padecer de una enfermedad física provoque un estado de preocupación y ansiedad tal que eventualmente se convierta en un trastorno de ansiedad. Otra posibilidad es que los trastornos de ansiedad provoquen cambios biológicos que contribuyan al desarrollo de enfermedades en el organismo de quienes los padecen. Finalmente, existe la posibilidad de que alguna otra condición, como por ejemplo, alguna adicción a sustancias controladas, contribuya tanto al desarrollo de enfermedades físicas como de los trastornos de ansiedad.

Según los autores, este estudio apunta a la necesidad de desarrollar programas dirigidos a identificar y a tratar los trastornos de ansiedad en los pacientes de enfermedades físicas.

miércoles, octubre 25, 2006

Daños al Cerebro Causados por el Alcoholismo

Si quiere ponerse en el camino hacia la senilidad y la pérdida de memoria las bebidas alcohólicas se lo pueden facilitar. Aunque es harto sabido que el alcohol daña el cerebro, un nuevo estudio documenta una de las formas en que esto sucede. En este estudio, que será publicado en el número de noviembre de la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research fue dirigido por el Dr. Thomas Beresford del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Colorado se analizaron pruebas de resonancia magnética de dieciséis hombres veteranos del ejército. De los dieciséis, ocho eran alcohólicos y ocho no lo eran. Los alcohólicos y los no alcohólicos eran de edades similares. Las pruebas de resonancia magnética revelaron que el hipocampo de los alcohólicos era más pequeño que el de los no alcohólicos. El hipocampo es una región del cerebro involucrada en el almacenamiento y la codificación de la memoria. Junto a otras regiones adyacentes el hipocampo juega un papel vital en la codificación y de la memoria de episódica, es decir la memoria de eventos conectados a un tiempo y lugar específico, como por ejemplo adonde fuimos o que hicimos durante el día de ayer.
Ya investigaciones previas habían demostrado que el alcohol afecta negativamente la capacidad de formar nuevas memorias. Por otra parte, en investigaciones con animales se había encontrado una relación entre el consumo crónico de alcohol y daños al hipocampo. Este nuevo estudio provee evidencia de que esto también sucede en los humanos.
Una pregunta que se hacen ahora los investigadores es si el daño causado por el alcohol al hipocampo es temporero o permanente. Los investigadores que participaron en este estudio tienen planificado continuar el mismo tratando de determinar si el hipocampo es capaz de regenerarse luego del daño causado por el alcohol y de ser así que puede hacerse para acelerar el proceso curativo.

En un estudio llevado a cabo con ratas y cuyos resultados se publicaron en el 2004 varios investigadores de la Universidad de Carolina del Norte encontraron que la dependencia al alcohol inhibe la formación de nuevas células nerviosas o neuronas en el hipocampo, pero que tras cuatro o cinco semanas de abstinencia del alcohol se produce un aumento en la formación de nuevas células nerviosas. Por otra parte se sabe que el proceso de aprender nuevas cosas y ejercicios físicos como el correr estimulan la formación de neuronas. Algunos medicamentos antidepresivos también estimulan la formación de neuronas en el hipocampo (más información acerca de cómo proteger y regenerar nuestro cerebro aquí y aquí)

De modo que si usted es un bebedor o bebedora crónicó es muy posible que haya sufrido daños a las estructuras del cerebro involucradas en la formación de las memorias. Sin embargo, no necesariamente todo está perdido. Si deja de beber existen medios que pueden ayudarle a recuperar, al menos en parte, lo perdido. Recuerde que mientras más pronto deje la bebida, mejor, ya que los daños serán menores y mayores serán las posibilidades de recuperación.

martes, octubre 24, 2006

Consuma vegetales para proteger su mente

La revista profesional Neurology publica en su más reciente número los hallazgos de un estudio en el que se encontró evidencia de que un elevado consumo de vegetales puede proteger a las personas de edad avanzada de las pérdidas cognitivas asociadas con la edad entre las que figura la memoria a corto plazo. Sin embargo, el consumo de frutas no tuvo el mismo efecto. En este estudio llevado a cabo en Chicago por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Rush tuvo una duración de seis años y participaron en el mismo 3718 personas de 65 años o más. Se encontró que aquellas personas que consumían 2,8 porciones de vegetales o más al día tuvieron una pérdida cognitiva 40 por ciento menor que las que consumían una sola porción. Según Martha Clare Morris, una de las autoras del estudio esto equivale a tener unos cinco años menos de edad. En caso de que se pregunte cuanto es una porción esta fue definida como media taza de vegetales trozados o picados o una taza de vegetales de hojas verdes, como por ejemplo, espinaca o col.

No se sabe a ciencia cierta porque las frutas no proveyeron el mismo beneficio pero se piensa que esto puede deberse a que los vegetales, especialmente los de hojas verdes, proveen una mayor cantidad de vitamina E que las frutas. Existen estudios en los que se ha encontrado que los alimentos ricos en vitamina E reducen la pérdida cognitiva. Otro factor contribuyente puede ser el hecho de que las personas por lo general consumen los vegetales con algún aderezo que contiene grasa ya que se sabe que las grasas ayudan a absorber la vitamina E. Por otra parte, algunos estudios parecen indicar que los suplementos de vitamina E no proveen los mismos beneficios que la vitamina E en los alimentos, al menos en cuanto a la protección de las habilidades mentales o cognitivas.

Si interesa leer este estudio esta es la ficha bibliográfica del mismo.
M. C. Morris, ScD, D. A. Evans, MD, C. C. Tangney, PhD, J. L. Bienias, ScD and R. S. Wilson, PhD. Associations of vegetable and fruit consumption with age-related cognitive change. Neurology 2006;67:1370-1376.

lunes, octubre 23, 2006

La Televisión y el Autismo

Desde que en el 1943 el psiquiatra norteamericano Leo Kanner describió por vez primera lo que en la actualidad conocemos como el autismo clásico se ha especulado mucho sobre las causas de esta condición y otras condiciones parecidas o relacionadas como el síndrome de Asperger y el síndrome de Rett. Se ha especulado, por ejemplo, que algunas vacunas que contienen un compuesto llamado timerosal que contiene aluminio pueden estar implicadas en el aumento que se ha observado en la prevalencia de estas condiciones durante décadas recientes. Para mediados de la década de 1970 se estimaba que alrededor de uno de cada 2,500 niños era autista. Hoy día hay quien estima que el número es de uno de cada 155. Si esto es así estamos hablando de un aumento de más de más de 15 veces en la tasa de esta condición.

Una investigación llevada a cabo por economistas de la Universidad de Cornell y la Universidad de Indiana sugiere una relación entre el autismo y el ver televisión durante la temprana niñez. En este estudio se comparó la cantidad de lluvia que reciben distintas comunidades. Se encontró que los niños de aquellas comunidades en las que llueve más son los que más tiempo pasan viendo televisión. Cuando se compararon los datos relativos al autismo se encontró que las comunidades en las que más llovía, que como ya hemos dicho eran también aquellas en las que los niños pasaban más tiempo frente al televisor, se encontró que éstas eran también las que tenían unas tasas mayores de autismo.

Aunque, como señalan los investigadores, este no es un estudio definitivo, levanta una serie de interrogantes. Según Sean Nicholson, profesor asociado de análisis de política pública en la Universidad de Cornell, la comunidad médica está cada vez más convencida de que hay algún factor ambiental que sirve de disparador de una predisposición biológica o genética hacia el autismo y estos hallazgos indican la necesidad de examinar más de cerca el hábito de ver televisión en los niños.

sábado, octubre 21, 2006

Retiran posibles píldoras inactivas de Paxil

Se ha informado que la compañía GlaxoSmithKline ordenó recoger durante el mes de septiembre unas 7.5 millones de pastillas del medicamento antidepresivo Paxil CR. La razón es la posibilidad de que las mismas carezcan del ingrediente activo hidrocloruro de paroxetina. Las pastillas que no contengan dicho ingrediente son inertes y no tienen efecto terapéutico. La compañía, sin embargo, no sabe cuantas de estas pastillas carecen del señalado ingrediente y no informó de este asunto a los pacientes ya que según lo expresó un vocero de ésta pruebas posteriores indicaron la posibilidad de que la cantidad de pastillas afectadas fuera tan poca como una sola.

Por otra parte para un paciente que consuma las píldoras inactivas, la situación puede ser seria ya que una persona que deja de tomar súbitamente este medicamento puede sufrir consecuencias tales como síntomas parecidos a la influenza, dolores y lo peor, pensamientos suicidas. Lo que agrava la situación es que la dosis las píldoras que pudieran tener el problema parecen ser las de la más elevada dosis. Los síntomas causados por la suspensión súbita esta dosis pueden ser severos.

Hablando de los síntomas causados por la suspensión súbita de medicamentos antidepresivos, el problema surge debido a que algunos de estos medicamentos permanecen en el organismo humano durante un tiempo muy corto. Dos de las más problemáticas en este sentido son Effexor y Paxil. Otras como Prozac permanecen mucho más tiempo en el cuerpo y por tanto causan muchos menos problemas al descontinuarse. En el caso de Effexor algunos pacientes han reportado síntomas tan severos que se les hace imposible dejar el medicamento. Un síntoma peculiar que reportan algunos usuarios de Effexor al descontinuar éste o reducir rápidamente la dosis diaria son una especie de calambres o choques “eléctricos” en el cerebro. La suspensión o disminución de las dosis de Effexor o Paxil debe hacerse en forma gradual. Se ha encontrado que al descontinuar el Effexor puede ayudar combinar el mismo con una pequeña cantidad de Prozac.

Estudio sobre antidepresivos y conducta agresiva

Continuando con el tema de los antidepresivos nos llama la atención un estudio llevado a cabo en la Universidad de Tejas en Austin. En este estudio se encontró que mientras que una dosis alta de el antidepresivo Prozac parece reducir la agresividad de ratas “adolescentes” una dosis más baja parece tener el efecto contrario ya que ratas sometidas a esta dosis más baja iniciaron más peleas que las que recibieron la dosis más alta y que las que recibieron un placebo. Las que recibieron la dosis más alta por su parte iniciaron muchas menos peleas (65% menos) que las que recibieron un placebo.

En las ratas adultas el Prozac, tanto en dosis altas como elevadas, tuvo el efecto de reducir la agresividad. Kereshmeh Taravosh-Lahn, quien fuera el investigador principal en este estudio cree que es posible las diversas dosis de Prozac activen diversos receptores de serotonina en el cerebro de las ratas más jóvenes. Posiblemente las dosis más bajas se unen más fácilmente a los receptores de serotonina-3 que promueven la conducta agresiva. En dosis más altas el medicamento también se une a los receptores de serotonina-1 que tienen el efecto contrario, es decir, inhiben la conducta agresiva. Según sugiere este investigador las ratas adultas posiblemente tienen menos receptores de serotonina-3 lo que explicaría porqué en estas el Prozac tiene el efecto de inhibir la agresión tanto cuando se usan dosis bajas como altas.

Aunque los seres humanos no somos ratas y los hallazgos en éstas no siempre son aplicables a nosotros, este estudio levanta interrogantes que deben investigarse con premura. A algunos niños y adolescentes se les recetan dosis bajas de antidepresivos debido a su menor tamaño y peso comparados con adultos. Sin embargo, según señala Taravosh-Lahn “subestimamos las diferencias entre el cerebro juvenil y el cerebro adulto”. Y concluye que “parece haber una necesidad de mayor investigación acerca de los efectos de los medicamentos antidepresivos en los niños”.

Esta investigación encaja perfectamente con estudios previos en los que se ha encontrado una relación entre la conducta agresiva y los antidepresivos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, entre los cuales figuran Prozac, Zoloft y Paxil.

Nuevo medicamento para la diabetes

En días pasados un nuevo medicamento para el tratamiento de la diabetes tipo 2 fue aprobado en los Estados Unidos. El nombre de marca de este medicamento es Januvia y su nombre genérico es fosfato de sitagliptina es manufacturado por la compañía Merck. Esta es una píldora diseñada para usarse una vez al día y trabaja mejorando la propia habilidad del cuerpo para reducir los niveles de glucosa. Esto lo logra amentando el nivel de una hormona que estimula al páncreas a liberar insulina a la vez que reduce la producción de azúcar. Según se señala Januvia funciona tan bien como otros medicamentos ya existentes, como por ejemplo, Glipizide, pero con la ventaja de que causa menos efectos secundarios.

Una desventaja de este nuevo medicamento es el precio. Se espera que éste sea de $4.86 por cada píldora. Algunos medicamentos existentes pueden costar tan poco como cincuenta centavos por una dosis diaria. Merck espera además obtener en marzo de 2007 la aprobación de otro medicamento que combina Januvia y metformina.

Otra compañía farmacéutica, Novartis, ha desarrollado un medicamento similar a Januvia llamado Glavus que se espera sea aprobado durante el mes de noviembre.